lunes, 18 de abril de 2011

Un lunes bueno, (por fin…).

Hoy, aquí y ahora, destacando el día y la hora la cual nos acontece, y sin tener prisa por acostarme, puedo formular la siguiente hipótesis pendiente de aprobación para convertirse en una de mis teorías:

“La mezcla de tener terminado el 65% del trabajo de semana santa, más haber participado en un gratificante concierto, más no tener que madrugar al día siguiente, es lo necesario para terminar un buen domingo y empezar un buen lunes.”

Habiendo dicho esto: Felicito a todos mis compañeros que aprovechan los “periodos vacacionales por motivos eclesiásticos con duración de una semana”, o mejor dicho, las semanas santas, para realizar el mejor de los deportes, el “sleeping”, en vez de ocupar su tiempo en proyectos letales para las neuronas.

Para finalizar, puedo decir que, si bien “la música amansa las fieras”, “el sueño amansa a los músicos”.

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